El oro ha estado subiendo en los últimos meses debido a una combinación de factores macroeconómicos e incertidumbres geopolíticas.
Según los analistas de la UBS, esta tendencia alcista probablemente continuará a medida que evolucionen las condiciones del mercado. Entre los principales impulsores de este aumento sostenido se encuentran los recortes de las tasas de interés, el debilitamiento del dólar y los persistentes riesgos geopolíticos.
La UBS considera que el oro es una protección ideal contra estas incertidumbres, lo que indica que el buen desempeño del metal está lejos de terminar.
Uno de los principales factores que respaldan el aumento del oro es la expectativa de nuevos recortes de intereses por parte de los bancos centrales, especialmente por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos.
A medida que las presiones inflacionarias disminuyen y aumentan las preocupaciones sobre el crecimiento económico, se espera que los bancos centrales adopten políticas monetarias más flexibles.
"Mantenemos la opinión de que una caída de 150 a 200 puntos básicos en los rendimientos a corto plazo en las economías desarrolladas durante los próximos 12 a 18 meses conducirá a una mayor inversión el próximo año", dijeron los analistas.
Las tasas de interés más bajas tienden a hacer que el oro sea más atractivo para los inversores porque reducen el costo de oportunidad de mantener activos que no devengan intereses como el oro.
Ahora que la Reserva Federal de Estados Unidos ha señalado un posible movimiento hacia recortes de las tasas de interés, el atractivo del oro como activo seguro se fortalecerá, atrayendo más capital al mercado.
El debilitamiento del dólar estadounidense es otro factor crucial en el desempeño reciente del oro. Históricamente, los precios del oro y del dólar tienen una relación inversa.
A medida que el dólar se deprecia, el precio del oro en otras monedas se vuelve más asequible, lo que aumenta la demanda mundial.
UBS espera que el dólar siga perdiendo fuerza debido a la flexibilización monetaria y al debilitamiento de la economía estadounidense. Esta tendencia a la baja debería aumentar el atractivo del oro, especialmente en los mercados emergentes, donde las monedas se han visto presionadas por las altas tasas de interés estadounidenses.
Además de los factores macroeconómicos, los analistas de la UBS destacan que las incertidumbres geopolíticas siguen siendo un factor importante para el aumento del oro.
Se espera que los riesgos geopolíticos, como el conflicto en Ucrania y las tensiones en Medio Oriente, persistan incluso después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Estas incertidumbres aumentan el papel del oro como activo de refugio seguro, especialmente para los inversores que buscan protección contra la volatilidad del mercado.
La UBS cree que estos factores geopolíticos seguirán impulsando la demanda de inversiones en oro.
Esto se refleja en mayores flujos hacia fondos cotizados en bolsa (ETF) respaldados por oro, que han estado creciendo de manera constante en los últimos meses.
Se espera que la demanda de inversión, especialmente a través de ETF de oro, sea uno de los principales impulsores del próximo repunte del metal. La UBS observa que los flujos hacia estos fondos han ganado fuerza, revirtiendo salidas anteriores y reduciendo la caída en lo que va del año.
Ante la incertidumbre de las perspectivas económicas mundiales, los inversores se están volviendo más reacios al riesgo y se espera que los ETF de oro atraigan aún más interés.
Otro importante impulsor de la demanda de oro han sido los bancos centrales, que continúan diversificando sus reservas y reduciendo su dependencia del dólar estadounidense. Este movimiento, conocido como "desdolarización", debería seguir elevando los precios del oro.
Los analistas sugieren que es probable que las compras de oro por parte de los bancos centrales se mantengan fuertes a medida que los países buscan reducir su exposición al dólar estadounidense en medio de crecientes tensiones globales.
La UBS proyecta que el precio del oro podría alcanzar nuevos máximos en los próximos años, con un objetivo de 2.700 dólares la onza para mediados de 2025. Esta previsión está impulsada por la convergencia de los recortes de intereses, el debilitamiento del dólar y los persistentes riesgos geopolíticos.
El banco ve potencial para que el oro supere a otras clases de activos, especialmente en una desaceleración económica global, lo que podría crear obstáculos para las acciones tradicionales.
Alexandre Perini
🇧🇷 Experto Intl. en Inversiones y Bolsas de Valores
📚 Influencer en Educación y Mercado Financiero
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