La recesión económica es un período de disminución generalizada de la actividad económica en un país o región. En general, la definición de recesión técnica es el registro de dos trimestres consecutivos de caída del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, que corresponde a la suma de todos los bienes y servicios producidos en una economía.
Sin embargo, también se pueden utilizar otros indicadores, como la tasa de desempleo, los ingresos, el consumo, la inflación y la confianza de los consumidores y las empresas, para definir una recesión.
En este artículo comprenderá mejor el concepto de recesión económica, qué es, su significado, eventos similares en Brasil y cómo prepararse para crisis imprevistas, protegiendo sus activos.
¿Qué es la recesión económica?
Una recesión económica se define como un período de contracción de la actividad económica, responsable de generar una fuerte caída en la producción de bienes y servicios, en paralelo con un aumento de la tasa de desempleo y una reducción del gasto de familias y empresas.
En pocas palabras, podemos decir que el significado de recesión es una fase en la que la economía de un país se contrae, dejando que continúe el ritmo anterior de crecimiento o estabilidad.
¿Qué causa las recesiones?
Las recesiones son causadas por un conjunto complejo de factores, incluidos eventos internos y externos que afectan la salud y el crecimiento de una economía.
Entre las razones más comunes de las recesiones económicas, podemos destacar:
Choques de oferta o demanda: eventos inesperados que afectan negativamente la capacidad de producción o el nivel de consumo de una economía, como desastres naturales, guerras, crisis políticas, pandemias, escasez de recursos, etc.
Ciclos económicos: fluctuaciones periódicas de la actividad económica, que alternan fases de expansión y contracción. Estos ciclos están influenciados por factores como las expectativas de los agentes económicos, las políticas monetarias y fiscales, las innovaciones tecnológicas, los cambios en los hábitos de consumo, etc.
Burbujas especulativas: situaciones en las que los precios de determinados activos (como acciones, inmuebles, divisas, etc.) suben muy por encima de su valor real, generando euforia en el mercado. Cuando estas burbujas estallan, los precios caen abruptamente, provocando pérdidas financieras, quiebras, reducción del crédito y la inversión, entre otras consecuencias.
¿Cuáles son los indicadores de la recesión económica?
Los indicadores de recesión económica son variables que señalan la situación de la economía y pueden anticipar o confirmar una recesión. Entre los ejemplos de indicadores de recesión, podemos destacar:
PIB: El Producto Interno Bruto es el principal indicador de la actividad económica de un país. Una caída del PIB indica una reducción de la producción y los ingresos de la economía en cuestión.
Tasa de desempleo: porcentaje de la población económicamente activa que se encuentra ociosa, es decir, que busca trabajo pero no lo encuentra. Un aumento del desempleo indica una disminución de la demanda de mano de obra y de los ingresos de los hogares.
Inflación: el aumento general de los precios de los bienes y servicios de una economía. La inflación elevada generalmente reduce el poder adquisitivo de los consumidores y afecta negativamente a la competitividad de las empresas.
Confianza: el grado de optimismo o pesimismo de consumidores y empresarios respecto a la situación actual y futura de la economía. La baja confianza puede conducir a una reducción del consumo y la inversión.
¿Cómo prepararse para una recesión económica?
Una recesión económica puede tener efectos muy negativos en la vida de las personas, como la pérdida del empleo, reducción de los ingresos familiares, endeudamiento, dificultad para ahorrar e invertir, entre otros.
Por lo tanto, si buscas saber qué es una recesión financiera y quieres prepararte para una, es importante tomar algunas medidas preventivas o correctivas, como:
Hacer un fondo de emergencia: ahorrar una suma de dinero para cubrir gastos imprevistos y urgentes, como salud, educación, alimentación, etc. La recomendación es tener una reserva equivalente a al menos seis meses de gastos esenciales.
Reducir deudas: evitar asumir nuevas deudas e intentar renegociar las existentes para reducir intereses y cuotas. De esta forma podrás hacer espacio en el presupuesto para otros gastos y evitar el riesgo de impago.
Diversifica tus fuentes de ingresos: intenta tener otras formas de ganar dinero además del empleo formal, como trabajo por cuenta propia, trabajo independiente, consultoría, ventas online, etc. Con esto, podrás aumentar la seguridad financiera de tu familia, así como tu capacidad de ahorrar para el futuro.
Aproveche las oportunidades: las recesiones suelen ofrecer excelentes oportunidades de negocios, inversión y aprendizaje para quienes están atentos y preparados. En situaciones de crisis, es común que haya una caída en los precios de las propiedades y activos financieros, como inmuebles y acciones, entre otros bienes ofrecidos con descuento. Además, puedes aprovechar tu tiempo libre para realizar cursos, aprender nuevas habilidades o calificar para el mercado laboral.
Comentarios
Publicar un comentario