Según un análisis reciente de Piper Sandler, las perspectivas económicas para 2024 guardan sorprendentes similitudes con las recesiones de 1970 y 2001, pero con diferencias críticas que podrían resultar en una recesión aún más profunda.
Los analistas del banco encuentran paralelismos entre el escenario actual y las recesiones pasadas, destacando un "enorme aumento de la inflación, intensos ciclos de ajuste monetario y burbujas" en el sector tecnológico y de bienes de consumo.
Sin embargo, señalan que la situación de los consumidores hoy es mucho más precaria que en estos períodos anteriores, y califican la actual burbuja de consumo como "significativamente mayor" que las anteriores.
Este análisis llevó a Piper Sandler a proyectar una contracción de alrededor del 1% del Producto Interno Bruto (PIB).
La firma de inversión señala que esta vez una diferencia crucial es el estado del gasto de los consumidores.
Explican que en las recesiones de 1970 y 2001, el gasto de los consumidores se mantuvo sólido, lo que ayudó a evitar una caída drástica del PIB. Sin embargo, Piper Sandler señala que los desafíos a los que se enfrentan los consumidores de hoy son más intensos y se caracterizan por "un lento crecimiento de la renta real, bajas tasas de ahorro y un desempleo creciente".
El estallido de la burbuja nacional de bienes de consumo también representa una preocupación importante, según la empresa.
El banco describe esta burbuja como "cuatro veces más grande que la burbuja tecnológica del milenio (Y2K)", lo que plantea un riesgo considerable tanto para las ventas como para los precios a medida que esta burbuja se deshace.
Por ello, Piper advierte de que la combinación de una base de consumidores debilitada y el estallido de la burbuja de productos destinados al consumo interno podría precipitar una desaceleración económica más severa que las observadas en recesiones anteriores.
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